Es ver la foto y sentir la brisa golpeándome la cara, aunque ya han pasado muchos años de esta foto, la experiencia vivida aun esta muy presente en mi mente, ahí en la cubierta del barco, la brisa golpeaba mi cara, aquella fresca mañana, recorrimos el rio Li desde Guilin camino de Yangshuo, a nuestro alrededor todo el sistema de montañas kársticas, con las más diversas y caprichosas formas observaba nuestro movimiento por las tranquilas aguas del rio, pero no solo las inanimadas montañas, eran testigo de nuestra presencia, el rio y sus alrededores están llenos de vida, por supuesto los turistas que no faltan en cualquier rincón de China, pero también la vida animal, Bufalos de agua bebían en sus orillas, cormoranes intentaban cazar su comida diaria entre las aguas. De fondo, el ruido de la fauna salvaje, entre la frondosa vegetación que cubría las montañas.
Llegar a Yangshuo, supuso el fin de aquel pequeño viaje, pero al viaje aun le quedaban algunos días.
Algún día volveré a China, y os animo a que lo hagáis, cuando todo vuelva a la normalidad, un país lleno de cultura, de paisajes, un país enorme, impresionante, y que te recibe con los brazos abiertos.
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