martes, 24 de marzo de 2020

UN CÓMICO ADIÓS AL SOL (PAK BENG - LAOS)



Si algo me viene a la memoria de los días en Laos son sus atardeceres, todos los días era un espectáculo ver ponerse al sol. Después de días llenos de cosas alucinantes, lo mejor era subir tranquilamente a algún punto alto y observar el panorama. Aquel día habíamos navegado por el río Mekong hasta la localidad de Pak Beng donde íbamos a hacer noche, paseamos por las calles del pueblo mezclándonos con la población local, que a sabiendas de que era parada de muchos de los cruceros que surcaban el rio, han modificado gran parte de su vida orientándola al turismo.

Tras el paseo, decidimos subir a una colina donde había un templo budista, ahí al lado de un columpio había una buena vista del rio y de las montañas, estábamos buscando el mejor punto para tomar fotos, cuando de repente escuche gritos a mis espaldas, un perro "atacaba" a mi compañero Aitor, y los monjes reñían al “pobre” animal, tomé estas fotos medio asustado, medio riéndome por el espectáculo que ocurría a mis espaldas, pero también alucinado por lo que sucedía frente a mí.

Afortunadamente el perro no era agresivo, solo quería que mi amigo abandonara su territorio, y juntos pudimos ver al sol desaparecer hasta que se hizo la oscuridad, la negra noche lo invadió todo y nos fuimos a cenar, caminábamos por las calles tenuemente iluminadas camino de nuestro hotel y por el camino nos encontramos con otro perro… mucho mas amigable que el anterior que incluso a punto estuvo de colarse en el restaurante con nosotros, (oye si colaba…) pero el dueño lo echó fuera, al salir ahí estaba esperándonos y marco mi camiseta con sus patas llenas de barro, decidí bautizarlo como Rufo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario