jueves, 1 de agosto de 2019

DOTONBORI Y SUS CARTELES LUMINOSOS (OSAKA - PREFECTURA DE OSAKA - JAPÓN)




Osaka suele estar en segundo plano cuando se planea un viaje a Japón, la cercanía de Kioto hace que la tercera ciudad más grande de Japón, quede relegada en un primer momento de la planificación a una rápida visita o incluso eliminada de los planes de muchos viajeros, pero luego nos damos cuenta de que Osaka tiene mucho que ofrecer al viajero, al menos para dedicarle un día entero. Amantes del buen comer, y por norma general mas cercanos que el resto de los japoneses los habitantes de Osaka nos recibirán con los brazos abiertos en cualquiera de los puntos de interés de la ciudad.

Nuestra planificación fue un tanto apresurada, pudimos dedicarle poco tiempo a organizar el viaje, por eso muchos días fueron planificados una vez ya en Japón, sobre la marcha, así que a veces metíamos demasiadas cosas que ver en un día, y otras veces nos dábamos cuenta de que teníamos que meter más cosas para completar el día. La visita a Osaka fue una de las primeras, ya que intentamos compaginarla con la visita a Nara, y unido a un día de calor sofocante, resultó una visita un tanto apresurada.

En nuestra estancia en la ciudad portuaria, no nos dio tiempo a ver todas las cosas que queríamos, yo mismo, me quedé casi sin tiempo para mi planificada visita a la zona de Den Den Town en busca de videojuegos ya que las tiendas ya estaban cerrando cuando llegamos, también en el tintero se quedaron el Humeda Sky Building, y alguna de las calles que llevaba apuntadas.

Pero tras visitar el fabuloso castillo de Osaka, había un lugar que había que ver si o si, Dotonbori. Desde el puente de Dōtonboribashi hasta el puente de Nipponbashi se extiende esta parte del canal fluvial rodeado de restaurantes, tiendas y sobre todo carteles luminosos, Dotonbori es sin duda el centro más importante de la vida nocturna de la ciudad.

Un lugar que al anochecer se abarrota de gente, que pasea por la calle del canal y las aledañas, haciendo las últimas compras del día y buscando un buen lugar para cenar entre la inmensidad de restaurantes de todo tipo con sus curiosos y espectaculares carteles, que nos ofrecerán desde los clásicos takoyakis (buñuelos rellenos de pulpo), a la carne de cangrejo, pasando por la riquísima okonomiyaki, una especie de tortilla a la japonesa. Un espectáculo gastronómico que incluso dio lugar a la palaba Kuidaore, muy asociada a la ciudad y que significa algo así como “comer hasta arruinarse”.

Paseareis por sus calles (pasear es un decir porque al estar abarrotadas de gente, más bien vamos esquivando) con la cabeza mirando hacia arriba buscando los carteles y las figuras más icónicas de sus restaurantes, el enorme cangrejo gigante que adorna la entrada del restaurante Kani Dōraku, o el pez fuju del Zubora-ya, pero sin duda una de las imágenes más icónicas de esta zona de la ciudad es el cartel de Glico Man, ese hombre que aparece levantando los brazos al ganar una carrera de atletismo. El cartel se ha vuelto característico porque el original fue instalado por la empresa de alimentación local Ezaki Glico en 1935, su enorme tamaño por entonces hacia que destacara sobre todos los demás, ya que media 33 metros de altura, con el tiempo el cartel fue sufriendo modificaciones, ahora mismo por ejemplo mide “solo” 20 metros de altura, y también al instalarse otros carteles luminosos en las cercanías ha perdido parte de su protagonismo. Pero cuando visitéis el canal veréis una gran cantidad de gente enfocando sus cámaras y sus smartphones a este mítico cartel, por lo que no cabe duda de que a pesar de la competencia, Glico Man sigue siendo la estrella de Dotonbori.


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