Casi al finalizar la Kora alrededor del monasterio de Tashilhunpo, ante nuestros ojos apareció esta instantánea, el Dzong de Shigatse presidía imponente la ciudad, mientras tomábamos fotos, los peregrinos seguían con sus oraciones a nuestro alrededor. El parecido con Potala es evidente, el Dzong que en tibetano significa fortaleza, no es sino una reconstrucción del original que databa del siglo XVII, destruido en 1961 por el ejército chino después de la revuelta tibetana de 1959. Entonces solo dejaron unas ruinas de lo que había sido residencia del dirigente del país.
Fue construido en 1621 por Karma Phuntsok Namgyal, un heredero de la familia Nyak que gobernó el Tíbet en esa época, entonces la capital del país era Shigatse, poco más tarde el centro del poder fue trasladado a Lhasa, al imponente palacio de Potala.
Hoy en día vuelve a lucir con esplendor, gracias a una reconstrucción que se llevó a cabo a principios de este siglo, gracias a donativos de diferentes partes de China. Una imponente estructura que refleja bastante fielmente la esencia de otros tiempos, y que hoy hace las funciones de museo de la cultura tibetana.
La Kora seguía en dos caminos, uno bajaba otra vez hasta el monasterio para terminar el recorrido y otro seguía hasta el Dzong, por lo que empezamos a caminar por este último, pero como aún quedaba mucho por ver, y no íbamos a ver museo alguno, decidimos acortar campo a través y aparecimos en una calle desconocida de la ciudad. Entre edificios bajos, gente curiosa que nos saludaba amablemente, y un fuerte olor que procedía de un mercadillo cercano, caminábamos perdidos por la ciudad, pero a su vez seguros y fascinados ante una experiencia única.
No hay comentarios:
Publicar un comentario