Ya hemos hablado en el blog de Guilin y sus entornos idílicos, salpicada y rodeada por alucinantes montañas kársticas, la enorme ciudad China es un gran atractivo para quien visite esa región del país. La cantidad de actividades que uno puede hacer por la zona es ingente, desde paseos por el rio Li, visitar terrazas de arroz, visitar preciosas cuevas, arrozales, hasta moverse por las zonas rurales y disfrutar de uno de los paisajes más impresionantes que jamás veréis en vuestras vidas.
Pero en la propia ciudad también se pueden hacer gran cantidad de cosas, visitar templos, escarpadas cumbres que surgen como de la nada entre los edificios, la orilla del rio y preciosos lagos y parques como el de la foto.
Los lagos centrales de Guilin son el lugar ideal para pasar unas horas lejos del bullicio de la gran ciudad, sumamente cuidados y limpios, pasear por ellos supone meterse de lleno en la arquitectura tradicional china, en ellos podemos observar decenas de puentes, arcos y pagodas, preciosos jardines llenos de flores y bambú. De fondo decenas de músicos callejeros amenizaran tu visita con sus melodías tradicionales. Incluso podemos dar paseos en barca por las aguas de los lagos. Una visita más que recomendable, que recomiendo también hacer de noche, cuando todo se ilumina con fantasiosos colores y la tranquilidad es absoluta, flota en el ambiente un aura mística que te emboba y te anima a caminar a ver cada recoveco del parque.
La visita a Guilin es un buen aperitivo en lo que se refiere a espectacularidad frente a lo que nos vamos a encontrar los días siguientes, si decidimos explorar sus alrededores. Nosotros salimos de la ciudad al día siguiente, camino de Yangshuo, un turístico pueblo a orillas del rio Li, un paraíso para los amantes de la aventura, pero de Yansgshuo hablaremos en otra ocasión.
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