viernes, 19 de octubre de 2018

UN DOBLE ARCOIRIS SOBRE JOHN FORD POINT (MONUMENT VALLEY - ARIZONA - EEUU)



Esta es la primera vez que hablamos sobre Monument Valley en el blog, pero os aseguro que no será la última, marcado en rojo en nuestro planing, la visita a esta reserva de los Navajos era una de las cosas a las que más ganas teníamos en nuestro viaje, por ello hicimos noche en el interior del parque, en el famoso y exclusivo hotel The View, del que hablaremos en otra ocasión.

Y es que esta vez con esta foto tengo que hablaros de cine, si, solo tenéis que poneros a pensar en que películas habéis visto estos característicos paisajes, y seguro que alguna os viene a la mente. Pero si no os apetece el ejercicio de memoria, yo os ayudo un poco citándoos películas como Regreso al Futuro 3, Thelma & Louise, o Forrest Gump, entre otras.

Pero si hay un género que ha aprovechado tan magnifico escenario es por supuesto el Western, teniendo a la mítica película La Diligencia como una de las más famosas películas rodadas aquí, y no solo por su calidad, si no por lo que representó para revitalizar un género que por entonces ya empezaba a dar síntomas de agotamiento y también por poner en escena a estrellas en ciernes como John Wayne. Pero sobre todo tenemos que hablar de su director John Ford, y de la historia de porque dio a parar en este precioso lugar para rodar La Diligencia y otras ocho películas posteriores.

Pongámonos en situación, año 1929, la Gran Depresión causaba estragos por todo el país, negocios arruinados, familias arruinadas, y muchas industrias en claro peligro, la gran crisis había golpeado duramente el país. Harry Goulding, poseía un pequeño negocio en Monument Valley, uno de los pocos que los colones blancos tenían por esas tierras, y vio como el ya de por si escaso turismo que tenía el valle se veía irremediablemente mermado por la crisis.

Pero Harry no quiso cesar en su empeño de seguir con su negocio, por lo que se le ocurrió la brillante idea de viajar a Hollywood con un álbum fotográfico para convencer a cineastas y productores de que Monument Valley era el lugar que estaban buscando para rodar sus películas. Entre la gente que vio ese álbum se encontraba un director de nombre John Ford, al que las imagenes se le quedaron grabadas en su cabeza.

Poco tiempo después, ese mismo director se presentó con un sequito de más de 100 personas en la tienda de Harry “Goulding´s Trading Post and Lodge” con la intención de rodar una película de nombre “La Diligencia”. Para ello contrató también a todos los indios Navajos de la reserva que quisieron trabajar para el en todos los puestos disponibles y el local de Harry se convirtió en el centro de operaciones.

La película fue un éxito absoluto en contra de todas las predicciones que daban al género como muerto, John Ford ganó mucho dinero con ella, pero no solo el, el turismo en la zona se reavivó, y también ese éxito animó a no pocos directores a rodar sus películas ahí, el propio Ford, como hemos dicho, rodo ocho películas más. Monument Valley estaba de moda y los indios Navajos se aprovecharon también de ello, y es que, pese a que muchos de ellos siguen viviendo según su raíces y tradiciones, otros han decidido aprovechar las bondades económicas que el turismo a traído a sus tierras creando una gran variedad de negocios en torno al valle.

Nosotros tuvimos una visita difícil, y es que el clima no nos lo puso fácil una vez más, con un tiempo de perros el primer día que nos impidió incluso ver un anochecer bonito, y un segundo día que amaneció más apacible, y que nos dio la oportunidad de ver el amanecer desde la terraza de nuestro hotel, para después volver a lanzarnos a realizar la ruta en coche por el parque, y volver a ver este lugar que veis en la foto, el John Ford Point, llamado así porque donde veis el caballo el famoso director solía poner su silla y observar desde ese lugar privilegiado el rodaje de sus obras.

El primer día ya lo habíamos visitado lloviendo, y este segundo día pese a que la previsión del tiempo era por fin buena, una negra y enorme nube se acercaba a pasos agigantados, dejando ya pequeños chubascos, aun íbamos en el coche cuando divisamos un doble arcoíris por nuestras ventanillas, no me importaron los baches de la maltrecha carretera de tierra, aceleré el Mitsubishi Outlander, adelanté como pude a unos japonenses que iban embobados mirando el paisaje y me acerqué a John Ford Point.

Tuvimos la suerte de que incluso el cowboy a caballo que los Navajos suelen poner como reclamo turístico, estaba en su lugar, esquivé decenas de personas sacándose fotos, esquivé unos cuantos trípodes, protegí la pantalla de mi cámara de la lluvia como pude y empecé a disparar ráfagas de fotos antes de que el arcoíris desapareciera, las prisas me impidieron hacer una foto más elaborada, es más, ni siquiera me acordé del trípode al salir del coche, solo estaba pendiente de que las gotas de lluvia no se quedaran en mi objetivo, y de que la gente no se me pusiera en medio, en el fondo todo daba igual, incluso con una cámara de juguete la instantánea habría quedado preciosa.


No hay comentarios:

Publicar un comentario