martes, 17 de julio de 2018

WAT RONG KHUN, EL TEMPLO BLANCO DE CHIANG RAI (TAILANDIA)



Tailandia, Laos y otra vez Tailandia, decidimos hacer la ruta así para empezar en el norte de Tailandia, recorrer Laos y terminar en el sur de Tailandia en las paradisiacas playas de mar de Andamán.

Las localidades que íbamos a visitar en el norte eran Chiang Mai y Chiang Rai. Después de unos fantásticos días en Chiang Mai, tocaba viaje por las carreteras de Tailandia a esa región donde se encuentra el triángulo de oro (donde el Mekong separa Laos, Myanmar y Tailandia), Chiang Rai tiene muchos atractivos turísticos, la propia ciudad, sus templos, y las excursiones por los alrededores, llenas de paisajes mágicos. Al tener poco tiempo ya teníamos decidido que visitaríamos en lo posible la ciudad y sus templos más famosos, para luego partir al día siguiente hacia la frontera con Laos y embarcarnos en un crucero por el rio Mekong. El viaje entre las dos ciudades fue de lo más pintoresco, subidos a un “taxi” que en el fondo no era más que un Tuk Tuk más grande, en el que íbamos en la parte trasera sin puerta. Al no tener cristal en las ventanas, recibíamos la brisa que aliviaba el calor del día. La carretera recorría los más diversos parajes, incluido un puerto de montaña y frondosos bosques. Antes de llegar a Chiang Rai había una parada segura, el famoso Templo Blanco, o Wat Rong Khun.

Pese a lo que pueda parecer este templo es muy moderno, y es que empezó a construirse en 1997. Su creador Chalermchai Kositpipat, fue muy criticado por la sociedad en general al construir un templo muy diferente de lo que lo venía siendo la arquitectura tailandesa de la zona. Su estilo budista, mezcla elementos hinduistas como otros muchos templos de la zona, pero también incluye numerosas referencias a la cultura pop contemporánea, Su éxito fue enorme, y fue poco a poco cogiendo fama entre el turismo y los locales que fueron aceptándolo (el dinero manda) pasando a ser con el tiempo un símbolo de la ciudad, y de todo el país. Su inmaculado y radiante color blanco llama la atención de cualquiera, el artista eligió ese color porque quería que fuera un emblema de la iluminación, de que la sabiduría de buda brillaba por todo el universo… Lo cierto es que el templo no está solo dedicado a buda, y como decíamos la cultura pop está muy presente en él, así, si nos fijamos podemos encontrar no pocas referencias a personajes del cine, la literatura e incluso a sucesos de nuestros días. Películas como Harry Potter, Superman, Hellraiser, Hello Kitty, o Kung Fu Panda están representadas en sus murales, y no solo eso, si no hechos como la caída de las Torres Gemelas, personajes famosos como Michael Jackson o los infames Bush y Bin Laden también están representados en sus paredes. Mires donde mires el templo es una sucesión de estatuas y grabados la mar de curiosos, muchos sin sentido, otros con mucho sentido.

El caso es que la visita es más que recomendable, será uno de los edificios más impresionantes y a la vez raros que veréis en vuestra visita a Tailandia. El lugar, eso sí abarrotado de gente, no dejará de sorprenderos a cada instante. Mientras hacíamos la visita, el conductor se ofreció a esperarnos para luego llevarnos al hotel, como habíamos pactado un precio fijo con él a nuestra salida, le invitamos a comer mientras esperaba, destacar aquí también la amabilidad de esta gente, siempre con una sonrisa en la cara siempre intentando que viésemos todo lo bonito de su país, siempre agradecidos, la verdad que no pudimos estar más que satisfechos.

Terminada la visita después de unas horas, teníamos también la oportunidad de visitar otro conocido templo llamado la Casa Negra, otro curioso edificio, situado a una media hora en coche, pero ya atardecía, y queríamos llegar al hotel para disfrutar un rato de la ciudad y sus templos, por lo que descartamos esa visita.



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