sábado, 2 de junio de 2018

SALÓN DE LA ARMONÍA CENTRAL, EN LA CIUDAD PROHIBIDA (PEKÍN - CHINA)


Cuando pones tus pies por primera vez en la Ciudad Prohibida y empiezas a admirar lo que se levanta a tu alrededor te cuesta mantener la boca cerrada por el asombro. Su majestuidad sigue estando vigente hoy en día, muchos siglos después de sus momentos de actividad y esplendor.

Uno, mientras camina, no puede evitar dejar volar su imaginación y pensar como era todo en la época de los emperadores chinos, su vida en la ciudad, las suntuosas ceremonias, los minuciosos preparativos de todas las estancias de la ciudad para acoger en todo momento las actividades del emperador.

El edificio que veis en la foto, es el Salón de la Armonía Central, una pequeña pero imponente construcción localizada entre el Salón de la Armonía Suprema y el salón de la preservación de la Armonía, en el, el emperador solía tomarse un alto para prepararse definitivamente antes de cualquier tipo de ceremonia, que por norma general tenían lugar en el Salón de la Suprema Armonía. No es aleatoria su ubicación y su nombre, ya que este salón venía a significar algo así como 'todo debe estar terminado de una manera perfecta para que la armonía llegue a existir'.

Seguimos caminando por el impresionante recinto, dejando volar la imaginación, para un occidental es difícil imaginarse la vida dentro de la ciudad, sus rituales, sus costumbres, por suerte hoy en día tenemos decenas de fantásticos documentales, e incluso grandes películas que de una manera más o menos acertada nos lo acercan visualmente, El Último emperador, o La Maldición de la Flor dorada son dos claros ejemplos de ello.

Nos perdíamos por sus recovecos, descubriendo en cada uno de ellos edificaciones fascinantes, y pronto casi sin darnos cuenta habíamos recorrido gran parte de su enorme extensión viendo ya ante nuestros ojos la puerta de salida del lado contrario. Habíamos dejado a nuestros compañeros atrás, así que decidimos esperarlos un poco apartados del bullicio que se aglomeraba en la puerta, ahí fue donde conocimos a “Paul”, que al día siguiente nos llevaría a la Gran Muralla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario