Sin duda Odaiba es un sitio singular dentro de Tokio, esta isla artificial alberga modernidad y prácticamente nada de tradición, pero no por ello carece de atractivo, es más aparece en todas las guías como una de las zonas que hay que ver en Tokio, su playa artificial, el edificio de Fuji TV, la noria, el Gundam gigante, varios Onsen, y un sinfín de centros comerciales con las más variadas atracciones. Pero sin duda las estrellas son el Rainbow Bridge, que ya hemos visto en otra foto en este blog y que podéis ver al fondo en esta, y la replica de la estatua de la libertad.
Y no, no es una copia de la famosa estatua de Nueva York, sino de la que hay en París a orillas del río Sena, y es que para conmemorar El Año de Francia en Japón, la Estatua de la Libertad Francesa (1889) fue traída desde el Ile des Cygnes en París, Francia, y se instaló en el Parque de la Playa de Odaiba desde abril de 1998 hasta enero de 1999. La que hay ahora es una réplica de esa misma estatua, que ha acabado por convertirse en uno de los símbolos de la bahía de Tokio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario