Nápoles es un cúmulo enorme de sitios con encanto que visitar, algunos conocidísimos y otros escondidos entre sus caóticas calles, en sitios que aparentemente pueden parecernos comunes, tenemos que ser observadores (o como en este caso, recomendados por una buena conocedora de la ciudad) para encontrar la belleza.
El Palazzo dello Spagnolo fue construido en 1738 encargado por un marqués de nombre Nicola Moscati, destacaba por sus escaleras de doble rampa, con arcos, que entraban por la vista de cualquiera que lo visitara, comprado años después por Tommaso Atienza, que se apodaba “el español” fue entonces conocido con su actual nombre, varias restauraciones han acabado con algunos de sus elementos originales, y ahora es un edificio de vivienda particulares, salvo algunos pisos comprados por el gobierno de Campania y restaurados, aun así, sigue manteniendo gran parte de su esplendor, y bien merece una visita en tu paso por la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario