Bajo un intenso diluvio y una repentina bajada de las temperaturas nos tocó la visita al punto más alto de todo Tailandia, Doi Inthanon, cuando llegamos a la cima, una intensa niebla cubría todo, hacia bastante frio y los turistas, en su mayoría asiáticos se congregaban al cobijo en la entrada de un restaurante cerrado, y nosotros con ropa veraniega decidimos que no había tiempo que perder, comenzamos una pequeña ruta por el bosque, empapados, pero disfrutando de la naturaleza, el olor a mojado y la altura hacían que tus pulmones disfrutaran tras el sofocante calor de Chiang Mai, pero aun así había algo que no me agradaba del todo, y eso era la visita a estas dos pagodas. Si tenéis ocasión de buscar fotos en Google veréis unas preciosas pagodas con increíbles y cuidados jardines en un marco natural único, era la imagen que había visto decenas de veces antes de ir, pero cuando viajas no eliges el clima, a veces tienes que hacer algo si o si ese día y dependes del clima, en este día salió cruz, pero aun así no impidió que disfrutáramos de la estancia, ahí estábamos los tres, bajo la lluvia, ayudándonos de nuestros paraguas para intentar tomar las fotos sin que se nos mojara el objetivo.
Tal vez con la foto no podáis apreciar la magnificencia del lugar, pero no puedo dejar de recomendar no solo esta zona de las pagodas, si no también todo el parque nacional de Doi Inthanon, con sus senderos, sus cascadas (que veremos en otra ocasión) y sus vistas.
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