domingo, 21 de julio de 2019

GRAN BUDA DE KAMAKURA - (KAMAKURA - PREFECTURA DE KANAGAWA - JAPÓN)




De la multitud de excursiones de un día que se pueden hacer desde Tokio, no hay duda de que una de las más interesantes y a su vez famosas es la de visitar la localidad costera de Kamakura. Situada a poco más de una hora en tren desde la capital japonesa. Esta localidad nos brindará un día lleno de templos, cultura, bosques e incluso en época veraniega una apetecible playa.Pero Kamakura es muy conocida entre los viajeros por ser el hogar de la segunda estatua de Buda más grande de las islas, la mayor al aire libre. El Gran Buda del templo Kōtoku-in.

Esta estatua que representa al Buda Amida, esta construida con bronce, y se cree que data de 1252, ya que los registros encontrados de la época detallan la construcción de una gran estructura con bronce. Antiguamente, antes de esta estructura existía otro Buda gigante construido con madera, pero al poco de ser construido una tormenta destrozo por completo el templo que lo contenía y dañó severamente la escultura. Por lo que se sugirió que se volviera a construir de un material bastante más duradero. Así tras conseguir una buena cantidad de fondos, se construyó un nuevo templo y con él, esta imponente estatua.

El caso es que el templo original fue destruido por una terrible tormenta en 1334, los lugareños no desistieron y una vez mas reconstruyeron el templo, esta última reconstrucción fue duradera, pero en 1498 un enorme tsunami azotó las costas japonesas y arraso una vez más con el templo. Que volvió a ser reconstruido pero esta vez se decidió no cubrir la estatua y dejarla al aire libre creciendo el templo a su alrededor. La estructura del Buda sobrevivió a todas las catástrofes, aunque el tiempo y la acción de los elementos fueron pasándole factura y es que la estatua originalmente estaba cubierta por una fina capa de oro, que fue poco a poco desapareciendo, para dejar ver el bronce de la estructura (hoy en día pueden encontrarse restos de esa capa original por la zona de las orejas).

Hay que decir, aunque si eres un viajero experimentado ya lo sabrás, que la visita al templo ha de hacerse lo más temprano posible, si quieres disfrutar de la visita sin demasiada afluencia de público. Nosotros seguimos esa premisa, madrugamos y cogimos un tren desde Tokio que hizo que llegáramos temprano a Kamakura, decidimos caminar para visitar la estatua en primer lugar y cuando llegamos al templo nos encontramos que pese a que había ya bastante gente, se podían hacer fotos con tranquilidad y sin muchas personas de por medio, media hora después, cuando ya habíamos visto a la perfección el recinto, empezó a entrar una marea de gente, muchos de ellos turistas que empezaron a agolparse a los pies del Buda, gritando, saltando y jugando, impidiendo también que muchos de los creyentes hicieran sus rituales en silencio. Ante tal espectáculo, decidimos que era ya la hora de irse, así que caminamos calle abajo buscando nuestro siguiente destino, el templo Hase-Dera.






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