lunes, 16 de noviembre de 2020

UNA GELIDA Y A SU VEZ PLACENTERA NOCHE (MONASTERIO DE RONGBUK - REGIÓN AUTÓNOMA DEL TÍBET - CHINA)

 

Os decía ayer que por mucho frío que haya pasado en otras noches, ninguna se acerca a la vivida este día, es una foto mala la verdad (las hay con el monte Everest de fondo, pero de esas ya he subido muchas), y es que si buscáis por ahí el monasterio Rongbuk, veréis que se trata del monasterio situado a más altitud del mundo, concretamente a 5100 metros sobre el nivel del mar, muy cerca del campamento base del Everest, en su cara tibetana. 

Ahí, en las proximidades del monasterio, en una guesthouse muy austera, pasamos la noche tras quedar toda la tarde embobados con la vista que el gigante pico de 8848 metros, salimos de noche a intentar fotografiar la Vía Láctea con el gigante de fondo, pero el frío era insoportable, tanto que las baterías de la cámara quedaron sin carga, así que decidimos irnos a dormir frustrados, cuando entramos en la sencilla habitación (y después de no pocas aventuras que os contaré otro día, con botellas de oxígeno incluidas), vimos que todas las mantas dobladas encima del fino colchón iban a ser pocas. Aquella noche dormí vestido, con toda la ropa de abrigo puesta, y el gorro, ni el frontal que tenía puesto en la cabeza me quite. 

A la mañana siguiente tardamos en entrar en calor, subimos al todoterreno despidiéndonos con tristeza de ese maravilloso paraje, pero a su vez agradeciendo el aire acondicionado que nos hacía entrar en calor. 

No recuerdo bien, creo que a la vuelta lo miré en las estadísticas de temperatura de la zona, pero aquella noche el mercurio bajo a unos 20 grados bajo cero.

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