El Parque Nacional de Zion suele ser descartado o visto de pasada por gran cantidad de turistas extranjeros que visitan la zona con prisa y ganas de ver las grandes atracciones de la zona como Bryce o el Gran Cañón. Pero sin duda no puedo dejar de recomendarlo como una joya al nivel de las otras comentadas, y es que el parque nos da posiblemente una de las mejores experiencias visuales que podéis tener en este trozo del planeta.
Descartamos la ruta Angel´s Landing por las condiciones meteorológicas, con lluvia y niebla, valía más no arriesgar, que aún quedaba muchísimo viaje por delante, así que sobre la marcha, el día antes en Mesquite (un pueblo a medio camino entre Las Vegas y el parque) decidimos planificar una nueva excursión, en este caso iríamos Observation Point, que nos obliga a superar un desnivel de más de 650 metros, partiendo desde el mismísimo fondo del cañón y recorriendo 13 Km ida y vuelta.
Llegar arriba después del esfuerzo, merecía absolutamente la pena, llovía intensamente, y en la cima había poca gente, nos refugiamos como pudimos con nuestros chubasqueros comprados en Walmart horas antes, y comimos los bocadillos que llevábamos, el aire puro y la el olor “a mojado” era solo una parte del paraíso en el que nos encontrábamos, asomarse con cuidado a cualquier punto de esa pequeña planicie daba vistas tan espectaculares como la que veis, el efecto mojado del terreno arcilloso le daba tanto brillo que parecía en algunos puntos que estaba nevado (al día siguiente en Bryce nos nevó…), la intensa lluvia había creado escorrentía superficial que cuando se acercaba a los bordes se precipitaba al cañón con espectaculares cascadas. Cuando llegamos de nuevo al coche nos despedimos del parque conduciendo por sus entrañas, admirando este mismo espectáculo desde el fondo del cañón, y diciéndonos que teníamos que volver algún día a disfrutarlo intensamente.
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