La verdad es que ya va siendo hora de dedicarle a Portugal una visita de más de unos pocos días, y es que, pese a que ya he estado varias veces en el país vecino, siempre han sido visitas fugaces, y en todas ellas he vuelto encantado con el país, sus paisajes, su cultura, sus ciudades, etc. En esta ocasión habíamos decidido pasar 4 días visitando Aveiro y Oporto. Iniciando la visita en Aveiro, conocido como la Venecia Portuguesa, por los canales discurren por sus calles, cuenta además con numerosas atracciones para el turista. Sin duda una de las más bonitas es la estación de tren, con más de un siglo de antigüedad, llama poderosamente la atención por su decoración de azulejos azules con motivos de las costumbres de la zona. Una estación que hoy en día ha sido reemplazada por otra más moderna, pero sin el encanto de esta, que ya ha pasado a ser parte del patrimonio monumental de la pequeña ciudad portuguesa. Ya sabéis, si visitáis Aveiro, seguramente lo haréis por la fama que le otorgan sus canales, pero seguramente una vez ahí veréis que esta pequeña localidad tiene muchísimo más que ofrecer al viajero.
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