Nikko es un pueblo plagado de cultura e historia, alrededor de su territorio encontraremos más de 100 edificaciones que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Seguramente pasareis un día entero y aun así no os dará para abarcar tal abrumadora muestra de arte.
Sin duda de ellos, el más famoso (y bestialmente concurrido) es el Tosho-gu, un santuario sintoísta que fue construido en 1636, en los primeros tiempos del periodo Edo, su construcción fue encargada para que en el descansaran los restos del shogun (máxima autoridad militar y política de esa época) Tokugawa leyasu. Pese a ser de características sintoístas el recinto también guarda algunos símbolos budistas como puede ser la pagoda que veis en la foto, situada en el patio de entrada al santuario, esta pagoda de cinco pisos conocida como Gojunoto, ya la habéis visto en otra de mis fotos, fue construida en 1650 y reconstruida en 1818 tras un incendio. Cada una de sus plantas representa un elemento, tierra, agua, fuego, viento y aire. A la izquierda podéis ver un enorme Torii de piedra de simbología sintoísta, una de las puertas por las que se accede al recinto y que según las creencias separa el territorio profano del sagrado, por ella en horas punta encontrareis ríos y ríos de gente que acceden al famoso santuario.
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