martes, 19 de julio de 2016

CANALES DE DAMME (FLANDES OCCIDENTAL-BÉLGICA)

Brujas, la capital del Flandes Occidental, debe su nombre a la cantidad de puentes que cruzan sus canales, una ciudad preciosa en cuyo casco antiguo, de enorme extensión podemos pasarnos horas y horas. Muchos turistas, hacen eso mismo, visitan la ciudad en un día y de mañana a anochecer ven los puntos más interesantes de la ciudad. 

Pero si disponéis de más tiempo, y yo os recomiendo que hagáis lo posible por disponer de él, podéis descubrir esos pequeños rincones de la ciudad que no suelen aparecer en la mayoría de guías de viajes, o que por falta de tiempo dejamos de lado en beneficio de los puntos más famosos.
Damme es una pequeña localidad a escasos 7 Km de Brujas, un bonito pueblo que además del atractivo de sus calles nos da la posibilidad de utilizar para llegar a él, un medio de transporte muy popular en Bélgica, la bicicleta.

Bélgica como muchos países de la zona, ha potenciado el uso de la bicicleta durante décadas, hasta tal punto de que este medio de transporte es mayoritario y cuenta con carriles bici totalmente funcionales y sobre todo muy respetados, tanto por peatones como vehículos de motor.

Alquilar una bicicleta en el centro de Brujas, se hace entonces una actividad más que recomendable casi obligatoria si disponemos de una mañana (o tarde) para dedicarla a una visita a Damme.
Damme está unido a brujas además de por carretera, por un canal en el que diariamente parten pequeños barcos turísticos como el que podéis ver en la foto, pero es que a la orilla de dicho canal además cuenta con un espectacular sendero adaptado a la perfección para las bicicletas.

Salir por la mañana temprano, visitar los molinos de Brujas (los cuales son preciosos) y abandonar la ciudad siguiendo el comentado canal, es una excursión de 10, sobre todo si tienes un día de Febrero soleado y con una muy agradable temperatura en contraste con la gélida noche, sobre todo si llevas algo para comer por el camino y a la vez lo haces con calma parándote a deleitarte la vista con la excusa de hacer un pequeño descanso.

Aquella mañana fue de lo mejor del viaje que hicimos por Bélgica, llevábamos años sin subirnos a una bicicleta, y cuando llegamos de vuelta estábamos reventados los dos, pero la sensación de una mañana bien aprovechada, dibujaba una gran sonrisa en nuestros rostros, además era la hora de comer y antes íbamos a refrescarnos con una fría y deliciosa cerveza Belga.

PD: La torre que se ve al fondo del canal está en el casco histórico de Brujas, así que podéis haceros a la idea de la distancia que hay.

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