Cuando uno pone sus pies en Nápoles se da cuenta inmediatamente de una cosa, la religión forma parte importante en la vida de los napolitanos, no en vano es conocida por ser la ciudad con mayor concentración de templos religiosos de Europa, a los que hay que añadir cientos de altares improvisados por todo el casco antiguo.
Pero en Nápoles hay dos religiones, una es la comentada, el Cristianismo, y la otra es el fútbol, de la que sin duda su "D10S", ha sido y será Diego Armando Maradona. Solo tienes que sacarle el tema a un napolitano para que te cuente sus vivencias de los años en los que Maradona hizo campeón a un equipo que hasta entonces no estaba acostumbrado a la gloria. Solo tienes que pasearte por los mercadillos de la ciudad, para encontrar decenas de camisetas del equipo local con el 10 a la espalda, entrar en sus restaurantes, bares, y cualquier local de ocio y buscar la casi siempre omnipresente fotografía del Pelusa.
Es difícil de entender para una persona no aficionada al fútbol esta clase de devoción, ni yo, que soy muy aficionado al fútbol consigo entenderla, me imagino que como la religión (la cual tampoco entiendo, ni quiero entender), es importante para ciertas personas.
Así si paseamos por Nápoles, encontraremos cientos de altares como os comentaba antes, unos dedicados a un Dios religioso, y otros a un "Dios futbolístico", tantos, que en ocasiones no hace falta irse muy lejos para reverenciar a uno u otro "Dios".
PD: Ya tenía esta entrada preparada para publicar esta semana, y ayer, como creo que casi todos los que estáis leyendo esto sabéis, falleció Maradona. Un astro en la cancha, uno de los futbolistas más grandes de la historia, para muchos el mejor. Fuera de ella, su vida fue turbulenta, llena de altibajos, preso y cautivo de uno de los mayores males del mundo. Que en paz descanse.
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