Considerada por muchos de forma errónea como la calle más empinada de San Francisco, Lombard Street con sus 40 grados de pendiente en algunos de sus puntos, es más famosa por su curiosa forma zigzagueante y sus jardines. Esta calle, abarrotada por norma general de turistas durante todo el día, es uno de los sitios icónicos de la preciosa ciudad californiana.
Presente en muchas películas, algunos se conforman con subirla y bajarla a pie, pero lo que realmente quiere la gente es hacerlo en coche, a través de la sinuosa carretera que atraviesa sus jardines, así si la visitáis no parareis de ver vehículos de todo tipo bajar por la empinada cuesta, no se si esto sentará muy bien a los vecinos ya que las casas que la flanquean son casas particulares, pero parece que a pesar del ruido que se genera, parecen estar encantados con la idea ya que la zona esta realmente bien cuidada con unos exuberantes jardines.
Yo pensé en madrugar el último día de nuestra estancia en la ciudad para tomar unas fotos con menos gente por el medio, pero cuando el despertador sonó, el cansancio acumulado de tantos días de viaje por tierras norteamericanas hizo que desistiera de la idea. Aun quedaba una agradable visita a Sausalito cruzando el Golden Gate. Así que me conformé con esta instantánea que no es gran cosa, y que recuerdo tomar casi con la lengua fuera después de la ascensión por las empinadas cuestas de la ciudad.
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