Sin ser ni de lejos la mejor foto que se podía hacer ahí arriba, si que representa perfectamente el espectáculo visual de una puesta de sol en Laos, y es que cada atardecer nos subíamos donde fuera con tal de admirar los colores que el sol iba dejando al ponerse en el horizonte, aquel día nos pegamos una buena caminata de 328 escalones desde la calle Sisavangvong hasta la cima, abarrotada ya de gente esperando el momento buscamos no pocos lugares alrededor de la pagoda That Chomsi, acariciamos una familia de gatitos que jugueteaban con la gente, hablamos con varias personas sobre nuestro viaje, y de repente la luz empezó teñirse de un amarillo tirando a anaranjado que daba la señal de comienzo del espectáculo, ahí frente al Mekong, esperamos ensimismados a que se hiciera de noche completamente, y bajamos de nuevo los 328 escalones alumbrándonos con la linterna de nuestros móviles, y muertos de hambre, teníamos mesa en un lujoso restaurante y tocaba disfrutar de una suculenta cena, aquellos días en Laos fueron alucinantes.
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